Por Juan Tomás Valenzuela
La réplica de la torre
que compró Francisco Peña,
la venderán como leña
en la San Martín de Porres.
La gente que compra cobre
no quiso ofrecer ni un peso.
cuando el alcalde oyó eso,
creyendo que valía algo,
abrió los brazo a lo largo
y dijo: ¡buá caé preso!
Francisco, le dió un billete
a su canchanchán Miguel,
quien lo logró convencer
que esa compra era un trinquete.
“No te pongas de soquete”,
le dijo Miguel a Peña,
Aunque es un poco pequeña
esa torre que ahí tu ves,
es de un modisto francés
de las costas brasileñas.
¿Tu nunca has oído hablar
de la Torre de Babel?
Pues esta también es de él,
solo que más popular.
Hasta la torre Atiemar
costó menos que esta joya,
Así que, “boca e’ centolla”,
no me hagas perder más tiempo,
comprame este monumento,
y haz un Caballo de Troya.
Francisco compró esa vaina,
llevándose de Miguel,
y hoy la van a demoler
unos obreros de Haina.
El alcalde desenvaina
12 millones de pesos,
y los paga tó por eso
a su compadre Miguel,
quien ahora se ríe de él,
por canuto y poco seso.
Hoy quitá la Torre Eiffel
va a costar más que ponerla,
ya que solo por moverla,
como podrá comprender,
la grúa que hay que traer,
solo hay una en Dubai
y no va a ser un chuflai
remover esos escombros,
porque echarse tó eso al hombro…
Ni que Francis sea Adonai.
2 marzo 2018